Desde
el amplio mundo de la comunicación, creo, se puede afirmar: Todo es comunicación.
Comunicarse es vida, la incomunicación… muerte. La primera comunicación que
debemos tener es con nosotros mismos. Escucharnos, valorarnos, respetarnos…
La verdadera comunicación nos invita a
salir de nosotros mismos. Cunando la comunicación inter personal desciende,
empieza a bajar el baremo de la dignidad humana. Por eso, creo, se puede decir
que: Comunicarse es cuestión vital.
Cuando una persona no dialoga o
dialoga, pero no escucha, se va auto marginando. Comunicarse es mirar juntos al
horizonte, al futuro. Es intentar llevar esperanza, crear solidaridad en la
construcción de un mundo más humano, cercano, nuevo.
En la verdadera comunicación todo gesto,
todo detalle se convierte en encuentro, en vida. La amistad es como nuestra
firma que vamos estampando en nuestros encuentros, en nuestras obras.
Debemos ir buscando y aceptando los valores
de la libertad, en modo especial, el valor y respeto de la vida. El mundo
cambia y seguirá cambiando: Estilos de vida, comportamientos… De aquí que la
persona dotada de voluntad, busque el mundo de los valores. Dado que el valor
es muy importante en la persona.
El conocimiento de los valores amplía
los campos de la opinión personal y sus cualidades. Ojalá vayamos descubriendo
valores fundamentales en la persona, en toda persona. Porque ¿Qué decir de la
tolerancia, el respeto, la amistad, etc. etc.?
Y hablando de la amistad, como personas,
tenemos muchas limitaciones. A veces el
mejor amigo/a se aleja y no sabemos por qué. Basta un mensaje, una invitación…
y esto es lo que sucedió: Nos encontramos y tomamos algo en el bar. El amigo a
un cierto punto sacó del bolsillo un regalo… y todo cambió.
A veces no es el gasto, es el detalle…
Detalle que para mi fue algo importante: Descubrí cuánto vale la amistad, el
valor de un amigo…
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