viernes, 24 de mayo de 2019

SABER LEER

A una cierta edad, sin querer ofender a nadie, nos paramos a reflexionar y nos preguntamos: ¿Sé leer? Conclusión: Aún no se leer. Muchas veces nos quedamos en el exterior y olvidamos lo principal, lo esencial.
En el encuentro o trato con los demás, aunque los conozcamos hace mucho tiempo, seguimos viendo desde el exterior. Asistiendo con unos amigos a un concierto me dijo uno: “Mira que bien canta, se le nota hasta en los mismos ojos”; yo no había sabido leer…
Es muy importante observar, contemplar… mirar más dentro de lo que a simple vista se ve. Más de una vez seguro que hemos cerrado los ojos… para ver más adentro, más profundo y captar lo esencial. ¡Los ojos tienen tanta visión en nuestra vida! Efectivamente, ríen, cantan, lloran…
He visto dar a una madre un beso en los ojos de su hijo. ¡Cuántos detalles se pueden leer en este gesto! Hablan, ríen, lloran… y sucede no sólo entre una madre y su niño. A veces con el amigo/a de siempre tenemos que respetar sus silencios… y saber leer esa página silenciosa. 

            Un día nos puede decir: Te doy las gracias porque has respetado mi silencio… Aquel día sentí cómo las barreras, los muros… ya nada era un obstáculo. Nos miramos de frente a los ojos y nos dimos un fuerte y largo abrazo. Los dos habíamos sabido leer y aprendido la LECCIÓN.  

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